Computacion en la nube para que sirve

Desventajas de la computación en nube

El impacto más sustancial de la tecnología en la nube podría venir del ahorro de costes y el aumento de la competitividad de los servicios informáticos disponibles para las organizaciones públicas y privadas, así como de las oportunidades que conducen a nuevos servicios, pero la tecnología en la nube podría aumentar positivamente otros beneficios para los usuarios finales.

No es necesario un ordenador de gran potencia para ejecutar aplicaciones basadas en la nube. Como las aplicaciones se ejecutan en la nube, un ordenador de sobremesa no necesita la potencia de procesamiento ni el espacio en el disco duro que exigen los programas de sobremesa tradicionales, ni siquiera una unidad de DVD.

Al haber menos programas que utilizan la memoria del ordenador al mismo tiempo, éste tendrá un mejor rendimiento. Los ordenadores de sobremesa que utilizan servicios basados en la nube pueden arrancar y funcionar más rápido porque tienen menos programas y procesos cargados en la memoria.

Las actualizaciones de una aplicación basada en la nube generalmente se producen de forma automática y están disponibles al iniciar sesión en la nube. Cuando se accede a una aplicación basada en la web, la última versión suele estar disponible al instante, sin necesidad de actualizarla.

Beispiele de computación en nube

Este artículo puede resultar confuso o poco claro para los lectores. En particular, se trata de un artículo mal redactado y con muchas inexactitudes sobre un tema de gran importancia. Por favor, ayude a aclarar el artículo. Hay una discusión sobre esto en Talk:Cloud computing § Lenguaje no gramatical e ininterpretable, alcance/propósito incoherente, lleno de información errónea. (Marzo 2021) (Aprende cómo y cuándo eliminar este mensaje de la plantilla)

Metáfora de la computación en nube: el grupo de elementos en red que prestan servicios no necesita ser dirigido o gestionado individualmente por los usuarios; en su lugar, todo el conjunto de hardware y software gestionado por el proveedor puede considerarse como una nube amorfa.

La computación en nube[1] es la disponibilidad bajo demanda de los recursos de un sistema informático, especialmente el almacenamiento de datos (almacenamiento en la nube) y la potencia de cálculo, sin una gestión activa directa por parte del usuario[2] Las grandes nubes suelen tener funciones distribuidas en múltiples ubicaciones, siendo cada ubicación un centro de datos. La computación en nube se basa en el uso compartido de los recursos para lograr la coherencia y suele utilizar un modelo de “pago por uso” que puede ayudar a reducir los gastos de capital, pero también puede dar lugar a gastos operativos inesperados para los usuarios inconscientes[3].

Qué es la nube

La computación en nube es el acceso bajo demanda, a través de Internet, a recursos informáticos -aplicaciones, servidores (servidores físicos y virtuales), almacenamiento de datos, herramientas de desarrollo, capacidades de red, etc.- alojados en un centro de datos remoto gestionado por un proveedor de servicios en nube (o CSP). El CSP pone estos recursos a disposición de los usuarios a cambio de una cuota de suscripción mensual o los factura en función de su uso.

El término “computación en nube” también se refiere a la tecnología que hace que la nube funcione. Esto incluye algún tipo de infraestructura informática virtualizada: servidores, software de sistemas operativos, redes y otras infraestructuras que se abstraen, mediante un software especial, para que puedan agruparse y dividirse sin tener en cuenta los límites del hardware físico. Por ejemplo, un único servidor de hardware puede dividirse en varios servidores virtuales.

La virtualización permite a los proveedores de la nube aprovechar al máximo los recursos de sus centros de datos. No es de extrañar que muchas empresas hayan adoptado el modelo de entrega en la nube para su infraestructura local, de modo que puedan obtener la máxima utilización y ahorro de costes frente a la infraestructura de TI tradicional y ofrecer el mismo autoservicio y agilidad a sus usuarios finales.

Áreas de computación en la nube

En lugar de poseer su propia infraestructura informática o sus centros de datos, las empresas pueden alquilar a un proveedor de servicios en la nube el acceso a cualquier cosa, desde aplicaciones hasta almacenamiento. Una de las ventajas de utilizar los servicios de computación en la nube es que las empresas pueden evitar el coste inicial y la complejidad de poseer y mantener su propia infraestructura informática y, en su lugar, simplemente pagar por lo que utilizan, cuando lo utilizan.

Los servicios de computación en la nube abarcan ahora una amplia gama de opciones, desde los básicos de almacenamiento, redes y capacidad de procesamiento, hasta el procesamiento del lenguaje natural y la inteligencia artificial, así como las aplicaciones ofimáticas estándar. Prácticamente cualquier servicio que no requiera estar físicamente cerca del hardware informático que se utiliza puede ofrecerse ahora a través de la nube, incluso la computación cuántica.

La computación en nube es la base de un gran número de servicios. Esto incluye servicios de consumo como Gmail o la copia de seguridad en la nube de las fotos de su smartphone, hasta los servicios que permiten a las grandes empresas alojar todos sus datos y ejecutar todas sus aplicaciones en la nube. Por ejemplo, Netflix recurre a los servicios de computación en la nube para ejecutar su servicio de transmisión de vídeo y sus otros sistemas empresariales. La computación en la nube se está convirtiendo en la opción por defecto para muchas aplicaciones: los proveedores de software ofrecen cada vez más sus aplicaciones como servicios a través de Internet en lugar de productos independientes, ya que intentan cambiar a un modelo de suscripción. Sin embargo, la computación en la nube puede tener inconvenientes, ya que también puede introducir nuevos costes y riesgos para las empresas que la utilizan.