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Progreso tecnológico
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Inventos importantes del siglo XX
El objetivo interconectado de este proyecto es conceptual y empírico: desarrollar herramientas conceptuales centradas en los artefactos para comprender el uso tecnológico y realizar estudios empíricos de las tecnologías en uso de los siglos XIX y XX.
Las herramientas conceptuales, como la pseudotecnología, las affordances sociotécnicas, los afectos artefactuales y las historias de los objetos y los sujetos de las tecnologías, se ocupan de la “tridimensionalidad de la tecnología” y de las diferencias que posibilitan la configuración material específica y la fisicalidad de los artefactos tecnológicos, conectando así con el “nuevo materialismo” y el actual giro material.
Los estudios empíricos de las tecnologías en uso desde la época medieval hasta el presente proceden principalmente del mundo occidental y de China; combinan las metodologías históricas tradicionales con las nuevas metodologías de la historia digital. Además de los estudios sobre el uso de las tecnologías de la energía eléctrica del siglo XX en el contexto de la innovación colectiva y las biografías de objetos, varios estudios se refieren al “abuso” de la tecnología. Este abuso se refiere a las tecnologías aplicadas para usos criminales, subversivos o controvertidos, como el uso de explosivos, armas y tecnologías de los medios de comunicación por parte de los revolucionarios y terroristas de los siglos XIX y XX, o el uso de varillas de zahorí en la impugnación de la teoría científica oficial y las normas universitarias académicas. El proyecto contribuye a ampliar y complicar los estudios actuales sobre la historia y la sociología de la tecnología en uso, que consideran principalmente a los usuarios como innovadores, consumidores o mantenedores loables. Una dimensión metodológica adicional es que algunos de los estudios de caso emplean y desarrollan metodologías de historia digital en forma de minería de textos y visualizaciones de big data de archivos de periódicos digitales históricos y bases de datos de citas bibliométricas.
El auge de la tecnología
En la antigüedad, Homero y Hesíodo definieron la tecnología como la palabra de la artesanía manual o la habilidad astuta (Luna, 1994). Hacia el año 330 a.C., Aristóteles acuñó el término griego technologia y dividió el conocimiento científico en tres partes: ciencia teórica, ciencia práctica y ciencia productiva (tecnología).
Según Luna (1994), el primer uso de la palabra tecnología en Estados Unidos se encontró en un curso de la Universidad de Harvard sobre la “aplicación de las ciencias a las artes útiles” en 1816. La Enciclopedia Americana de 1832 definió la tecnología como principios, procesos y nomenclaturas. Desde entonces, se ha debatido la definición y la identidad de la tecnología.
Desde una perspectiva histórica, los filósofos de la tecnología están de acuerdo en que se pueden distinguir dos fases de la tecnología: la fase artesanal y la fase científica moderna. Sin embargo, para un filósofo de la tecnología, la tecnología moderna, aunque cientificada, es una estructura única de pensamiento, no una mera ciencia aplicada. Además, la tecnología, al igual que la ciencia, no está descrita completamente por las leyes de la naturaleza.
Tecnología antigua
¿Enseña la historia? En particular, ¿enseña la historia sobre la destrucción y la creación de empleo? ¿Puede el estudio de la historia, tanto en los estudios de casos como en los trazos generales de las tendencias, ayudarnos a entender cómo los cambios estructurales de la economía estadounidense han afectado al crecimiento y la desigualdad en el pasado? ¿Pueden dar pistas sobre lo que podemos esperar en el futuro?
El Centro de Washington para el Crecimiento Equitativo se propuso responder a estas preguntas creando un Grupo de Trabajo sobre la Historia de la Tecnología. En un entorno político de Washington D.C. dominado por economistas y politólogos, queríamos ver si las herramientas y los conceptos de la historia de la tecnología podían utilizarse de forma complementaria a esas otras disciplinas. Al fin y al cabo, los precedentes históricos se citan habitualmente en los debates políticos, pero rara vez se someten al análisis minucioso que los historiadores profesionales pueden aportar a la conversación.
Nuestro grupo de trabajo de historiadores de la tecnología trata de responder a la pregunta de si hay elementos de anteriores cambios tecnológicos masivos que puedan ayudar en la gestión de los trastornos de la mano de obra provocados por la revolución posterior a la alta tecnología. El grupo consideró esta cuestión a la luz de la misión general de Crecimiento Equitativo de investigar si la desigualdad económica afecta al crecimiento económico y a la estabilidad y cómo lo hace. Si echamos la vista atrás con conocimiento de causa a las anteriores convulsiones laborales impulsadas por la tecnología, podemos encontrar cambios en la desigualdad y en el crecimiento que indiquen si estos fenómenos están relacionados. Si es así, quizá las respuestas a las crecientes diferencias de ingresos y riqueza de hoy en día residan en alguna combinación de fuerzas espontáneas e intervenciones activas del gobierno o a través de alianzas público-privadas.