Principio de la incertidumbre

Incertidumbre tiempo-energía

En la vida cotidiana, calcular la velocidad y la posición de un objeto en movimiento es relativamente sencillo. Podemos medir un coche que se desplaza a 100 kilómetros por hora o una tortuga que se arrastra a 0,5 kilómetros por hora y, al mismo tiempo, señalar dónde se encuentran los objetos. Pero en el mundo cuántico de las partículas, hacer estos cálculos no es posible debido a una relación matemática fundamental llamada principio de incertidumbre.

Esta ley fundamental entra en juego en el mundo cuántico porque las partículas subatómicas pueden comportarse como ondas. Un error común sobre el principio de incertidumbre en la física cuántica es que implica que nuestras mediciones son inciertas o inexactas. En realidad, la incertidumbre es un aspecto inherente a todo lo que tiene un comportamiento ondulatorio.

Incertidumbre deutsch

En mecánica cuántica, el principio de incertidumbre (también conocido como principio de incertidumbre de Heisenberg) es cualquiera de una variedad de desigualdades matemáticas[1] que afirman un límite fundamental a la exactitud con la que se pueden predecir los valores de ciertos pares de magnitudes físicas de una partícula, como la posición, x, y el momento, p, a partir de las condiciones iniciales.

Tales pares de variables se conocen como variables complementarias o variables canónicamente conjugadas; y, dependiendo de la interpretación, el principio de incertidumbre limita hasta qué punto tales propiedades conjugadas mantienen su significado aproximado, ya que el marco matemático de la física cuántica no admite la noción de propiedades conjugadas simultáneamente bien definidas y expresadas por un único valor. El principio de incertidumbre implica que, en general, no es posible predecir el valor de una cantidad con una certeza arbitraria, incluso si se especifican todas las condiciones iniciales.

Introducido por primera vez en 1927 por el físico alemán Werner Heisenberg, el principio de incertidumbre afirma que cuanto más precisa sea la posición de una partícula, menos precisa será la predicción de su momento a partir de las condiciones iniciales, y viceversa. En el artículo publicado en 1927, Heisenberg concluye que el principio de incertidumbre fue originalmente

El principio de incertidumbre de Heisenberg

Martin Herbert es un escritor y crítico que vive en Tunbridge Wells, Reino Unido, y en Berlín. Es editor asociado de ArtReview y colaborador habitual de Artforum, Frieze y Art Monthly, y ha dado conferencias en escuelas de arte de todo el mundo. Su monografía Mark Wallinger, un estudio exhaustivo de la carrera del artista británico, se publicó en 2011.

Esta nueva y exhaustiva monografía sobre el influyente artista y cineasta británico -conocido por su subversión lúdica y formalmente ingeniosa del mundo cotidiano- contiene ensayos de Ian Christie, Martin Herbert, Kathrin Meyer y Ethan de Seife.

A lo largo de la última década, la práctica expositiva de Gardar Eide Einarsson ha seguido una trayectoria temática muy consistente, trazando continuamente lo que podríamos llamar una “iconografía de la resistencia”. Los signos y símbolos que podemos leer en las obras de Einarsson se refieren a menudo a estructuras conflictivas fundamentales entre una sociedad de control tras el 11 de septiembre de 2001 y la rebelión del individuo contra el poder central y la amenaza que éste supone.

Principio de incertidumbre de Heisenberg explicación fácil

El principio de incertidumbre de Heisenberg es una de las piedras angulares de la física cuántica. A menudo se interpreta erróneamente como la incapacidad de medir exactamente ciertas propiedades de los objetos cuánticos. En realidad, es una propiedad inherente a la propia naturaleza. Este artículo se centra en el significado y los efectos del principio de incertidumbre de Heisenberg.

En 1927, Werner Heisenberg descubrió el principio de incertidumbre (Figura 1). Este principio establece que, para determinados pares de valores de objetos cuánticos, ambos valores no pueden definirse exactamente al mismo tiempo. El par más conocido es el de posición y momento (siendo el momento la masa por la velocidad de una partícula). Por lo tanto, las partículas cuánticas no pueden tener una velocidad exactamente especificada y una posición exactamente especificada al mismo tiempo. En consecuencia, tampoco puede haber una trayectoria de la partícula exactamente especificada. Otro par de valores de este tipo -hay muchos otros- es la energía y el tiempo. Por lo tanto, es imposible afirmar que una partícula cuántica tiene exactamente la energía Y en un punto del tiempo X.

Una analogía para ayudar a entender el principio de incertidumbre proviene de la música: para determinar el tono exacto de una cuerda de guitarra, la cuerda debe vibrar el tiempo suficiente para permitir la medición de la duración del período de oscilación. Sin embargo, si esto se midiera durante un periodo de tiempo determinado, sería imposible definir el momento exacto de la medición. Esto significa que el punto exacto en el tiempo de la medición y el tono exacto son mutuamente excluyentes. Este es el principio de incertidumbre en el campo de la música. Sin embargo, como la mecánica cuántica describe las partículas como ondas, la relevancia de esta analogía puede verse en breve.