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Uso de la lengua
Las personas se crían en culturas diferentes, con valores, creencias y costumbres distintas, y con lenguas diferentes para expresar esos atributos culturales. Incluso las personas que hablan el mismo idioma, como los hablantes de inglés en Londres, Nueva Delhi o Calgary, hablan e interactúan utilizando sus propias palabras, definidas por la comunidad y por ellos mismos, y con margen para la interpretación. Esta variación en el uso del lenguaje es una forma creativa de formar relaciones y comunidades, pero también puede llevar a la incomunicación.
Por tanto, las palabras en sí mismas no tienen ningún significado. Se necesitan al menos dos personas para usarlas, para darles vida y propósito. Las palabras cambian de significado con el tiempo. La entrada del diccionario para el significado de una palabra cambia porque nosotros cambiamos, y la multiplicidad de significados puede llevar a la incomunicación.
Las lenguas son sistemas vivos de intercambio de significados y están ligadas al contexto. Si usted está asignado a un equipo que se coordina con proveedores de Shangai, China, y con un personal de ventas de Londres, Ontario, puede encontrar términos de ambos grupos que influyen en su equipo.
Importancia del lenguaje
Los lingüistas (y los filósofos del lenguaje) llevan mucho tiempo discrepando sobre la ontología del lenguaje y, por tanto, sobre el objeto propio de sus disciplinas. Un examen minucioso de los principales argumentos de los debates muestra que mientras los argumentos positivos de que el lenguaje es x tienden a ser sólidos, los argumentos negativos de que el lenguaje no es x suelen fracasar. Esto implica que debemos ser pluralistas sobre el estatus metafísico del lenguaje y el objeto de la lingüística y la filosofía del lenguaje. Una ontología pluralista del lenguaje, sin embargo, implica escollos para la investigación sobre el lenguaje, y para evitarlos los investigadores deberían atemperar la actitud pluralista con dos restricciones. En primer lugar, el pluralismo sobre la ontología del lenguaje excluye el agnosticismo sobre la ontología del lenguaje. En segundo lugar, el pluralismo no debe conducir a programas de investigación aislados.
1. IntroducciónPara el estudio científico y filosófico del lenguaje, la pregunta “¿Qué es el lenguaje?” es el reverso de la pregunta “¿Cuál es el objeto (propio) de la lingüística?” No me preocupa principalmente el lenguaje, el concepto popular, ya que aunque el concepto popular puede haber sido el punto de partida de la investigación, no limita significativamente la ciencia o la filosofía del lenguaje. Para responder a la pregunta “¿Cuál es la ontología del lenguaje?”, debemos empezar por preguntarnos qué tipo de funciones desempeña el concepto de lenguaje en la teoría y la práctica lingüísticas. El principal de estos papeles es el de elegir el objeto de estudio. La lengua, el concepto científico, es, por tanto, descriptivamente lo que los lingüistas toman como objeto de estudio principal, y normativamente lo que deberían estudiar.
Funciones del lenguaje
¿Estás leyendo esta frase? ¿Tiene sentido para ti? Cuando lees las palabras que he escrito, ¿qué oyes? ¿Una voz en tu cabeza? ¿Palabras a través de la pantalla interna de su mente? Si tiene sentido, entonces es muy posible que oigas la voz del autor mientras lees, encontrando significado en estos símbolos arbitrarios empaquetados en unidades discretas llamadas palabras. Las palabras en sí mismas no tienen más significado que el que tú les das.
Por ejemplo, escribiré la palabra “casa”, entrecomillándola para indicar su separación del resto de la frase. Cuando lees esa palabra, ¿qué te viene a la mente? ¿Un lugar concreto? ¿Quizás un edificio que también podría llamarse casa? ¿Imágenes de personas o de otro tiempo? “Casa”, como “amor” y muchas otras palabras, es bastante individual y está abierta a la interpretación.
Aun así, aunque tu imagen mental del hogar sea muy distinta a la mía, podemos comunicarnos de forma eficaz. Entiendes que cada frase tiene un sujeto y un verbo, y un determinado orden de palabras, aunque no seas consciente de ello. No has nacido hablando o escribiendo, pero dominas -o, mejor dicho, sigues dominando como todos nosotros- estas importantes habilidades de autoexpresión. La familia, el grupo o la comunidad en la que te criaste te enseñó el código. El código se presenta de muchas formas. ¿Cuándo se dice “por favor” o “gracias” y cuándo se guarda silencio? ¿Cuándo es apropiado comunicarse? Si es apropiado, ¿cuáles son las expectativas y cómo lo logras? Lo sabes porque entiendes el código.
Características del lenguaje
El lenguaje -más concretamente el lenguaje humano- se refiere a la gramática y otras reglas y normas que permiten a los seres humanos emitir expresiones y sonidos de forma que otros puedan entenderlos, señala el lingüista John McWhorter, profesor asociado de inglés y literatura comparada de la Universidad de Columbia. O como dijo Guy Deutscher en su obra fundamental, “The Unfolding of Language: An Evolutionary Tour of Mankind’s Greatest Invention”, el lenguaje es “lo que nos hace humanos”. Descubrir qué es el lenguaje, pues, requiere una breve mirada a sus orígenes, su evolución a lo largo de los siglos y su papel central en la existencia y la evolución humanas.
Si el lenguaje es el mayor invento de la humanidad, resulta sumamente irónico que en realidad nunca se haya inventado. De hecho, tanto Deutscher como McWhorter, dos de los lingüistas más renombrados del mundo, afirman que el origen del lenguaje sigue siendo tan misterioso hoy como lo era en los tiempos bíblicos.
Nadie, dice Deutscher, ha dado una explicación mejor que el relato de la Torre de Babel, una de las historias más tristes y significativas de la Biblia. En la fábula bíblica, Dios -al ver que los habitantes de la tierra se habían vuelto hábiles en la construcción y habían decidido edificar una torre idolátrica, de hecho una ciudad entera, en la antigua Mesopotamia que se extendía hasta el cielo- infundió a la raza humana una miríada de lenguas para que ya no pudieran comunicarse y no pudieran construir un edificio masivo que sustituyera al todopoderoso.