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Tarjeta ciudadana portuguesa
Hace quince años, Zaragoza -la histórica ciudad española situada entre Madrid y Barcelona- fue pionera en la visión de un futuro distrito digital y una sociedad basada en el conocimiento. Desde entonces, la ciudad ha desarrollado una impresionante cartera de proyectos de ciudad inteligente y nuevos servicios urbanos. Según Daniel Sarasa, Planificador de Innovación Urbana de Zaragoza e innovador de ciudades inteligentes reconocido internacionalmente, uno de los puntos fuertes de Zaragoza es su cultura de implicación y participación ciudadana. Esta cultura tiene sus raíces en el despertar de la democracia. A finales de la década de 1970, la ciudad de Zaragoza (al igual que otras ciudades de España) echaba la vista atrás tras treinta y cinco años de dictadura, y miraba hacia un futuro incierto. Durante los años de la dictadura, la población de Zaragoza había crecido de aproximadamente 235.000 a más de 500.000 habitantes, pero la infraestructura cívica y los servicios públicos necesarios para apoyar este crecimiento urbano se vieron inhibidos por un gobierno nacional autocrático que mantuvo severas medidas de austeridad.
Tarjeta ciudadana de Alemania
¿Cómo de abultada es tu cartera? La mía contiene actualmente, aparte de 13,55 euros que datan de marzo de 2020, una tarjeta de transporte público local, dos tarjetas de cine, una tarjeta de gimnasio, una tarjeta con prestaciones alimentarias pagadas por mi empleador, dos tarjetas médicas, mi tarjeta de identificación electrónica, una tarjeta de cuenta bancaria, dos tarjetas de biblioteca y una tarjeta de museo.
Te invito a que cuentes tus tarjetas, quizá descubras que hoy en día tienes más de ellas que dinero en efectivo. ¿Qué tan práctico sería que se redujeran a una sola? Este es el primer objetivo de las ciudades que participan en el laboratorio de la “Tarjeta Ciudadana”: convencer a más ciudades de que introduzcan una sola tarjeta ciudadana que permita a los residentes acceder a tantos servicios como sea posible, incluyendo descuentos y ventajas.
Algunas ciudades europeas como Gijón, Rotterdam y Zaragoza ya cuentan con una exitosa tarjeta ciudadana. “Mi tarjeta ciudadana está siempre conmigo”, dice Laura González Méndez, de Asuntos Internacionales y Marca Ciudad del Ayuntamiento de Gijón, sacando con orgullo la tarjeta del bolsillo de su abrigo. Sus ciudadanos utilizan la tarjeta a diario para acceder a servicios como el transporte público, espacios culturales, instalaciones deportivas y prestaciones sociales. Ofrece a los ciudadanos la posibilidad de acceder a los servicios públicos donde y cuando quieran o necesiten.
Instrumento digital de barrio
Más multimodal y accesible, en el que la organización (planificación, reserva y pago) de cualquier viaje que tenga que hacer en Zaragoza en autobús urbano, tranvía, taxi o moto-sharing (Muving) se realiza sin tener que salir de la app.
En primer lugar, pasé por un sencillo proceso de registro introduciendo algunos datos y, en el apartado “Mis tarjetas”, añadí mi tarjeta de crédito. Adquirí un pase digital Avanza válido para 30 días, con el que tenía viajes ilimitados en el tranvía y el autobús. En el caso de no haber comprado un abono de transporte, también podía acceder al autobús y al tranvía comprando un billete sencillo.
Nada más subir al autobús, pulsé el botón “Comprar billete con QR”, e inmediatamente después se activó la cámara del teléfono para que escaneara el código en la cabina del conductor. Durante el trayecto, ningún inspector subió al autobús; sin embargo, si ese hubiera sido el caso, tenía toda la información sobre el billete que acababa de comprar disponible en la sección “Mis viajes”.
A través del mapa de ZUM he localizado una parada de BiZi cercana, que también muestra el número de bicicletas disponibles, así como el número de anclajes disponibles. De momento, las bicicletas de Zaragoza están integradas en la app a nivel informativo. Esto significa que para utilizarlas hay que tener la tarjeta ciudadana.
Tarjeta ciudadana pasaporte unterschied
“100ideasZGZ” es el programa de innovación cívica que pretende conectar las ideas de abajo a arriba con la propia ciudad. En su conjunto, el programa representa “un paradigma de desperdicio cero de ideas”, en el que las buenas ideas se identifican, se filtran, evolucionan a través de la sabiduría de la multitud, y luego se transforman en pilotos reales cuyo impacto se difunde de nuevo a la comunidad a través del poder de la representación artística de los datos urbanos. Esto, a su vez, fomenta un cambio cultural en los ciudadanos hacia la creación de ciudades. “100IdeasZGZ” conecta las ideas ascendentes de las comunidades cívicas con las habilidades técnicas de los geeks locales. Una parte esencial de 100IdeasZGZ es “CrowdfundingZGZ”, que permite la financiación de proyectos en fase de prototipo.
La movilidad urbana, la revitalización de los barrios y el desempleo son prioridades importantes en la agenda urbana de Zaragoza. Por otro lado, las generaciones que habitan en Zaragoza son las más informadas y mejor formadas de la historia, y demandan un mayor grado de participación en los asuntos de la ciudad. Paralelamente, la capacidad del Ayuntamiento, responsable y encargado de la planificación y gestión de los servicios de la ciudad, se ha visto mermada por el duro contexto económico y las consiguientes restricciones de contratación de personal. En este contexto, el Ayuntamiento está cambiando su papel de líder a facilitador de la innovación urbana, y ha decidido no sólo abrir nuevas instalaciones como el “Laboratorio Urbano Abierto” para llevar a cabo una ciudad colaborativa, sino también ofrecer nuevas herramientas de ciudad inteligente como la Tarjeta Ciudadana de Zaragoza y lanzar nuevos programas como “Presupuestos Participativos” o “100ideasZGZ” para formar un ecosistema efectivo de innovación urbana.