Los mejores consejos para amueblar una oficina

La elección adecuada del equipamiento de una oficina marca la diferencia entre contar con un espacio funcional, cómodo y productivo o un lugar en el que hacer cualquier cosa cueste demasiado trabajo. Acertar con los muebles no es una opción.

Mudarse a unas nuevas instalaciones o hacer cambios en la oficina puede ser algo emocionante, pero también supone un reto importante. Hay diversos factores que influyen de forma directa en la productividad y el bienestar de quienes trabajan en este espacio, como la distribución y elección del mobiliario de oficina adecuado.

Veamos 5 consejos de expertos en decoración y mobiliario para convertir cualquier espacio de trabajo en un lugar funcional, cómodo y motivador.

Lo primero, definir las necesidades

Antes de lanzarse a comprar sillas y mesas, hay que pensar en para qué se va a usar cada zona de la oficina. ¿Hace falta un área de reuniones? ¿Una zona de recepción? ¿Puestos individuales? Definir los usos ayudará a elegir el mobiliario adecuado.

También es importante pensar en el número de personas que trabajarán allí y el espacio del que se dispone. Esto determinará si harán falta mesas individuales, compartidas, cabinas o una combinación de varias de estas opciones.

También hay que tener en cuenta el presupuesto. Esto marcará si se pueden escoger muebles de diseño, de gama media u opciones más económicas. Sea como sea, es posible encontrar opciones de calidad en todos los rangos.

Elegir materiales de calidad

La calidad del mobiliario es clave para que dure muchos años. Lo mejor es apostar por materiales resistentes como la madera maciza o el metal, en lugar de tableros aglomerados o plásticos que se desgastan rápido.

Si el presupuesto es limitado, combinar piezas clave de madera con otras más económicas en metal o plástico duro puede ser una buena opción. Por ejemplo, una mesa de reuniones de madera con sillas de plástico resistente.

Los tejidos también deben ser de calidad, tanto en sofás como en sillas de trabajo. Los tejidos ignífugos lavables son muy recomendables porque facilitan el mantenimiento.

La comodidad es primordial

Una silla barata e incómoda puede arruinar la experiencia de trabajar en la oficina. La comodidad debe ser una prioridad, sobre todo en las sillas de trabajo.

Lo ideal es elegir modelos ergonómicos, ajustables en altura e inclinación. Tanto la espalda como los brazos deben poder apoyarse de forma correcta para evitar posturas incómodas que pueden producir dolores y lesiones.

Es mucho mejor invertir en sillas de calidad y ahorrar en otros muebles menos importantes. La espalda de quienes la usen lo agradecerá.

Aprovechamiento de espacios

Saca partido a cada rincón con estanterías, armarios y divisiones para optimizar el espacio. Opciones como estanterías con ruedas, mesas plegables o tabiques móviles permitirán cambiar la distribución según sea necesario.

En zonas comunes lo mejor es colocar armarios y taquillas para guardar abrigos, documentos o útiles de limpieza. Cada rincón es una oportunidad y hay que saber aprovecharla.

Decoración personalizada

Una vez cubiertas las necesidades básicas, es hora de pasar a la decoración. Hay que elegir cuadros, plantas y otros detalles decorativos que reflejen la personalidad de la empresa.

Colores vivos y plantas naturales ayudan a transmitir energía y vitalidad, mientras que tonos neutros y lineales crean una sensación de serenidad. Hay que elegir lo que mejor represente los valores.

Si hay un logotipo o imagen de marca, que esté bien visible y se muestre con orgullo. Calendarios, alfombras y otros objetos de merchandising contribuirán a crear un espacio inconfundible.

Estos consejos permiten diseñar y amueblar una nueva oficina. Sólo queda poner manos a la obra para crear ese lugar de trabajo funcional y productivo.