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Proceso del embudo
Sin un sólido software de gestión del embudo de ventas, es muy difícil convertir eficazmente los clientes potenciales en ventas y aumentar los ingresos a lo largo del tiempo. En este artículo, descubrirá cómo es un embudo de ventas exitoso y cómo construir y gestionar uno para su equipo.
Un embudo de ventas es una representación visual del recorrido desde el primer contacto del cliente potencial con usted hasta la finalización de la compra. Ayuda a su equipo de ventas a entender dónde necesitan hacer un seguimiento o alterar el proceso de ventas debido a la caída en el embudo.
La definición de embudo de ventas prescribe que actúa literalmente como un embudo, lo que significa que es más amplio en la parte superior y más estrecho en la parte inferior. Cada etapa del embudo empuja a los clientes potenciales cualificados a la siguiente etapa y deja de lado a los que no se ajustan a lo que usted ofrece.
El estudio de su embudo de ventas puede ayudarle a entender dónde se está equivocando con la prospección, exactamente dónde caen los clientes potenciales y qué llevó a los clientes existentes a seguir el embudo de ventas hasta el final. Optimizar su embudo de ventas puede tener un impacto inmediato y duradero en sus objetivos de ventas.
Qué es un embudo de conversión
Un embudo de marketing significa fundamentalmente la entrega de mensajes de marketing que se dirigen a personas que se encuentran en diferentes etapas del proceso de compra. El concepto de embudo también se refiere a la cantidad de conocimiento que tienen los clientes potenciales sobre una marca y lo que se comercializa. La intención del marketing es conseguir clientes, pero hay muchas cosas que intervienen en la decisión de compra de cada persona. Es raro que alguien esté dispuesto a comprar después de ver algo una sola vez.
Por lo tanto, las empresas tienen siete oportunidades para hablar con alguien y causar una impresión. En el caso de los profesionales del marketing digital, esas siete oportunidades pueden ser a través del boca a boca, las publicaciones orgánicas en las redes sociales, el marketing de contenidos, el correo electrónico o los anuncios de pago. Por lo tanto, para los profesionales del marketing, la mejor manera de hacer avanzar a los compradores por el embudo es transmitir diferentes mensajes, en diferentes formatos, en diferentes plataformas y en diferentes momentos (todo ello mientras se hace un seguimiento y se evalúan los datos y los resultados).
Los profesionales del marketing deben dedicar tiempo a comprender su embudo y ajustar los mensajes y el enfoque en consecuencia. Para convertir a los clientes que empiezan en la parte superior del embudo, tienen que pasar por la mitad del embudo y, finalmente, convertir en la parte inferior del embudo.
Marketing de embudo de compras
Un análisis de embudo es un método para comprender los pasos necesarios para alcanzar un resultado en un sitio web y cuántos usuarios pasan por cada uno de esos pasos. El conjunto de pasos se denomina “embudo” porque la forma típica que visualiza el flujo de usuarios es similar a la de un embudo en su cocina o garaje.
Por ejemplo, consideremos una empresa ficticia de comercio electrónico cuyo objetivo final (a menudo denominado conversión o macroconversión) es conseguir que los usuarios que visitan el sitio realicen una compra. Los pasos necesarios para realizar una compra en nuestro sitio son: visitar el sitio, añadir un producto a la cesta de la compra, hacer clic para pasar por caja y completar la compra. Estos pasos también se denominan a veces objetivos o microconversiones.
Un análisis del embudo le muestra dónde están cayendo sus usuarios a lo largo de la ruta de conversión. Puede utilizarlo para averiguar dónde hay más oportunidades de realizar mejoras. En el ejemplo anterior, la mayor caída se produjo desde la visita hasta la adición de un artículo a la cesta de la compra, por lo que se deduce que las mejoras en la experiencia del producto tendrían el mayor impacto en la tasa de conversión global.
Qué es un embudo de ventas
En 1898, E. St. Elmo Lewis desarrolló un modelo que trazaba un recorrido teórico del cliente desde el momento en que una marca o producto atraía la atención del consumidor hasta el punto de acción o compra[1] La idea de St. Elmo Lewis se conoce a menudo como el modelo AIDA, un acrónimo que significa Conciencia, Interés, Deseo y Acción. Este proceso por etapas se resume a continuación:
El embudo de compra también suele denominarse “embudo de clientes”, “embudo de marketing”, “embudo de ventas” o “embudo de conversión”. La asociación del modelo de embudo con el concepto AIDA fue propuesta por primera vez en Bond Salesmanship por William W. Townsend en 1924[2].
Este primer modelo ha sido modificado por consultores de marketing y académicos para adaptarlo al cliente moderno y ahora se denomina en marketing “embudo de compra”. En la actualidad existen muchos modelos de compra de empresa a consumidor, pero en general se acepta que el embudo de compra moderno de empresa a empresa tiene más etapas,[3] considera la intención de recompra y tiene en cuenta las nuevas tecnologías y los cambios en el comportamiento de compra de los consumidores[4][5] Como modelo, el embudo de compra se ha validado en diversos ámbitos, como la búsqueda,[6] la publicidad por palabras clave,[7] y la generación de clientes potenciales,[8] pero también se ha modificado para incluir pasos y métricas que antes no se tenían en cuenta, como las ventas salientes y las impresiones en Internet[9].