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Cómo funciona la externalización
La externalización es una práctica empresarial en la que los servicios o las funciones de trabajo se subcontratan a un tercero. En el ámbito de las tecnologías de la información, una iniciativa de externalización con un proveedor tecnológico puede abarcar una serie de operaciones, desde la totalidad de la función de TI hasta componentes discretos y fácilmente definidos, como la recuperación de desastres, los servicios de red, el desarrollo de software o las pruebas de control de calidad.
Las empresas pueden optar por externalizar los servicios de TI onshore (dentro de su propio país), nearshore (a un país vecino o de la misma zona horaria) u offshore (a un país más lejano). La externalización nearshore y offshore se ha llevado a cabo tradicionalmente para ahorrar costes.
La externalización de procesos de negocio (BPO) es un término general para la externalización de una tarea específica de procesos de negocio, como las nóminas. La BPO suele dividirse en dos categorías: la BPO de back-office, que incluye funciones empresariales internas como la facturación o las compras, y la BPO de front-office, que incluye servicios relacionados con el cliente como el marketing o el soporte técnico. La externalización de tecnologías de la información (ITO), por tanto, es un subconjunto de la externalización de procesos empresariales.
Ejemplos de subcontratación
Historiadores y economistas coinciden en que el progreso humano está directamente relacionado con la división del trabajo. La externalización fue una consecuencia inevitable de ello. En 1989 el mundo se enteró de la existencia de la externalización. En los años 90 se convirtió en una estrategia empresarial viral.
Para dirigir una empresa hay que ser racional y práctico. Los abogados, los financieros y los directivos buscan optimizar los gastos y reducir el tiempo de creación de productos y servicios. La externalización es la mejor manera de hacerlo. El nombre completo del término es externalización, que significa atracción de recursos del exterior. Los propietarios de empresas no quieren mantener una gran plantilla porque tendrían que gastar recursos en impuestos, salarios y alquiler de oficinas. Por suerte, hoy en día se puede elegir entre aumentar el número de empleados y los gastos o trabajar con una empresa de externalización.
La externalización tiene algunas diferencias con otras formas de cooperación. El contratista no participa en la creación del producto o servicio principal. Las empresas de externalización realizan tareas secundarias. Estas son las principales características de la externalización:
Definición de outsourcing en español
La externalización también se conoce como BPO (Business Process Outsourcing); es un proceso a través del cual un individuo o una empresa contrata a otra empresa o individuo para gestionar y manejar su trabajo. Este proceso puede realizarse tanto a nivel nacional como internacional.
Hoy en día, cada vez más empresas optan por subcontratar a proveedores en Filipinas para que realicen su trabajo y les paguen a cambio. La subcontratación suele ser realizada por las empresas medianas o pequeñas debido a sus restricciones económicas y de mano de obra. Hay 10 empresas de BPO en el mundo y la mayoría de ellas ofrecen servicios de externalización de telemarketing, servicios de personal virtual y servicios de contabilidad a precios más bajos que los que se pagan cuando se contratan en países desarrollados, como Estados Unidos, Australia, Canadá, Hong Kong, Singapur y Europa.
Las empresas de externalización de Filipinas también le permiten centrarse en hacer su negocio principal de manera eficiente y con éxito. Los directores generales se dan cuenta de que muchas empresas subcontratan a Filipinas para ahorrar hasta un 70% en los costes de las nóminas.
Consecuencias de la externalización
El término externalización, que procede de la expresión externalización de recursos, se originó a más tardar en 1981[3][4][5] El concepto, que según The Economist “se ha hecho sentir desde la época de la Segunda Guerra Mundial”,[6] suele implicar la contratación de un proceso empresarial (por ejemplo, el procesamiento de nóminas, la tramitación de siniestros), operativo, y/o de funciones no esenciales, como la fabricación, la gestión de instalaciones, el apoyo a centros de llamadas/centros de atención telefónica).
La externalización incluye tanto la contratación extranjera como la nacional,[9] y a veces incluye la deslocalización (traslado de una función empresarial a un país lejano)[10] o la deslocalización cercana (traslado de un proceso empresarial a un país cercano).
La deslocalización y la externalización no se incluyen mutuamente: puede haber una sin la otra. Pueden estar entrelazados (offshore outsourcing), y pueden ser invertidos individual o conjuntamente, parcial o totalmente,[11] implicando términos como reshoring, inshoring e insourcing.
El arbitraje laboral global puede suponer un importante ahorro económico gracias a la reducción de las tarifas laborales internacionales, lo que podría ser una importante motivación para la deslocalización. El ahorro de costes derivado de las economías de escala y la especialización también puede motivar la externalización, aunque no sea offshoring. Desde aproximadamente 2015, los beneficios indirectos de los ingresos se han convertido cada vez más en motivadores adicionales[27][28][29].